Viajamos de nuevo por el inmenso río Magdalena para recoger las huellas de Los Olvidados. Estos viejos que con sus sones y cantares nos enseñaron la riqueza musical de esta zona del país. Con algunos ya habíamos compartido en Bucaramanga, a ellos también les dedicamos un espacio aquí.
domingo, enero 22, 2006
Don José Alcibiades sudó frío cuando esta bailarina, que vino a la UNAB a dar un taller de danza árabe, empezó a contonearse. Sus compañeros apenas decían que el viejo no estaba ya "para semejante voltaje".
1 comentario:
Anónimo
dijo...
Querido amigo y parcero, leer el blog, para quienes vivimos de cerca todo esos acontecimientos y de seguro para cualquiera que lo lea, definitivamente nos toca, nos atraviesa los sentidos y nos lleva hacia muchas reflexiones. Aunque también nos saca algunas sonrisas y nos alegra el alma. Gracias Juango por darnos la posibilidad de leer en tu blog a una partecita de Colombia.
Don José Alcibiades sudó frío cuando esta bailarina, que vino a la UNAB a dar un taller de danza árabe, empezó a contonearse. Sus compañeros apenas decían que el viejo no estaba ya "para semejante voltaje". 
1 comentario:
Querido amigo y parcero, leer el blog, para quienes vivimos de cerca todo esos acontecimientos y de seguro para cualquiera que lo lea, definitivamente nos toca, nos atraviesa los sentidos y nos lleva hacia muchas reflexiones.
Aunque también nos saca algunas sonrisas y nos alegra el alma.
Gracias Juango por darnos la posibilidad de leer en tu blog a una partecita de Colombia.
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