
El verde por todos lados, el cielo azul-azul y ese calor rico que se siente a toda hora le ayudan a uno a borrar esos malos pensamientos.

Viajamos de nuevo por el inmenso río Magdalena para recoger las huellas de Los Olvidados. Estos viejos que con sus sones y cantares nos enseñaron la riqueza musical de esta zona del país. Con algunos ya habíamos compartido en Bucaramanga, a ellos también les dedicamos un espacio aquí.
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